En un artículo anterior señalábamos cómo la crisis de la COVID-19 nos obligaba a defender el acceso a la sanidad pública y a los medicamentos como un derecho de todos, un derecho humano. “La única prioridad ahora mismo”, continuábamos, “debe ser responder a la crisis generada por esta pandemia. Y hemos de hacerlo con decisión y rapidez. Pero (…) será fundamental abordar el cambio del modelo de financiación y desarrollo de medicamentos y vacunas para garantizar su sostenibilidad”.