Todo es susceptible de ponerse a sonar en cualquier momento en el taller de CaboSanRoque, en la Fundación Lluís Coromina de Banyoles (Girona): un instrumento de percusión hecho de conchas marinas que hacen dong, un árbol sonoro compuesto de martillos de piano y ollas mexicanas, varios muñecos hinchables de piscina que esconden un cableado o unas cajas de resonancia hechas con cráneos de vaca.