Los estilismos quedaron confinados en el armario el 14 de marzo. La cuarentena selló tiendas, paralizó talleres y canceló eventos sociales, producciones y desfiles. La industria de la moda quedó estupefacta. Desde casa, diseñadores y creadores se han esmerado en idear un salvavidas para mantenerse a flote. Esbozar patrones, imaginar tejidos y reestablecer la base de la moda de autor. La sostenibilidad, la artesanía y la tecnología se perfilan como los cimientos del diseño poscovid.