El presidente estadounidense Warren G. Harding, electo en 1920 y fallecido en el cargo tres años después, tuvo varias amantes. Entre las mujeres con las que mantuvo relaciones extramaritales figura Nan Britton, con quien llegó a engendrar una hija: Elizabeth Ann Blaesing. Durante casi un siglo no se supo de este linaje, hasta que en 2015 una coincidencia entre el ADN del hijo de la mujer, James Blaesing, y el de dos descendientes de Harding, concluyó el parentesco e hizo oficial su vínculo con el mandatario. Ahora, cinco años después, Blaesing ha acudido a un tribunal de Ohio para pedir que exhumen los restos del republicano y así poder “establecer con certeza científica” su relación sanguínea.