Natalia Menéndez ofrece una puesta en escena fulgurante de una de las comedias de enredo mejor trazadas del Siglo de Oro, bien y abundantemente repartida en esta producción de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC). Tirso de Molina fue retratista diestro de mujeres tramoyistas, transgresoras y maestras en el hablar equívoco. Madalena, motor de El vergonzoso en palacio, es un corazón decidido, y Mireno, secretario suyo y objeto de su deseo, un hombre a la expectativa, incapaz de orientarse en el laberinto de señales contradictorias que su enamorada le hace.