La pregunta me la formulo yo misma casi a diario desde hace años, desde que empecé a visionar documentales verdes y a leer informes sesudos sobre el tema. De joven en mis sueños me veía apalancarme sobre una hamaca en un jardín francés, con un libro de filosofía en una mano y una copa de buen vino en la otra. La vida me ha traído a Francia pero la filosofía y el vino han pasado a segundo cuando no a tercer o cuarto plano. La urgencia de lo que estamos viviendo ha barrido con todo sueño posible de apalancamiento y de contemplación pasiva.