Cuando Salma Celeste Paralluelo llega al estudio, el fotógrafo le da dos enormes hula hoops. Le dice que sostenga uno en vertical sobre la frente. El otro, con la punta del índice. Le pide también que gire la cabeza, que mire a cámara, que sonría. Todo a la vez. Un juego de equilibrios imposibles que bien podría ser una metáfora de su vida. Porque Paralluelo lleva años haciendo malabares para poder compaginar sus dos pasiones: fútbol y atletismo. Y si ya es difícil destacar en un deporte, esta joven zaragozana de 16 años lo ha hecho en los dos. Con 15 se coronó como una de las mejores futbolistas sub-17 del mundo. También como una de las mejores atletas de su categoría en España. Y se convirtió en una de las pocas corredoras que a esa edad lograba clasificarse para un Europeo absoluto. Hoy, a punto de cumplir los 17, chuta el balón para el Villarreal y quema las pistas en el Playas de Castellón.