Una palabra borrosa o distorsionada que hay que trascribir. Un cuadrante de fotos, indica dónde ves matrículas o semáforos. Una casilla que sin más dice: “No soy un robot”, y que debes marcar, sin que ofrezca la opción de confesar que sí lo eres. El internauta se ve obligado a pasar este proceso, que recuerda a las identificaciones aleatorias de la policía en las calles, muéstreme el carné de humano por favor.