Las Navidades de 2020 serán como todo este año: diferentes. En situaciones normales, estas fiestas no se caracterizan por ser fáciles. Suelen aparecer emociones encontradas, como la alegría, la tristeza por las ausencias o el estrés de los distintos compromisos. Hace cinco años, cuando no teníamos que lidiar con una pandemia, el 65% de los estadounidenses reconocían que estas vacaciones les generaban estrés, según Healthline, una web de salud con sede en San Francisco (California). Imagino que esa cifra se elevará en un año tan atípico como el que vivimos, con los riesgos de contagio de la covid a flor de piel. No obstante, está en nuestras manos transitar las Navidades del mejor modo posible. Basta con saber cómo funciona nuestra mente y con encontrar soluciones que nos hagan recibir el nuevo año de una manera más saludable.