Si te encuentras cansado y con pocas fuerzas para hacer cosas, no estás solo. La fatiga es una de las consecuencias más incómodas e inesperadas que nos ha traído la pandemia. Estamos agotados. Y lo estamos por muchos motivos. Uno de ellos es el derivado de la enfermedad. Como comprobó una investigación realizada en Irlanda durante el verano, la mitad de las personas que habían contraído la covid-19 presentaban síntomas de fatiga física severa hasta 10 semanas después de haber recibido el alta médica. El virus agota. Pero no solo estamos exhaustos porque nos hayamos infectado; podemos encontrarnos así por otras causas.