Temperaturas muy por debajo de cero grados en la calle, más trabajo en casa y un notable incremento del precio de la luz. En esta temporada aciaga, estos tres elementos conjuran para engordar los próximos recibos de muchos hogares y poner en peligro sus economías domésticas. Pero, ¿existe alguna manera de encarar el invierno sin que la calefacción vacíe del todo el bolsillo de los usuarios? Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) se dicen convencidos de que sí, es posible, siempre y cuando se adopten buenos hábitos.