Hace unas semanas se clausuró el curso titulado El Urbanismo como discurso. Enfoques alternativos para resignificar la praxis, en donde se analizaron varias categorías que se emplean en el discurso que promueve las trasformaciones urbanísticas que experimentan las ciudades en la actualidad —tales como participación ciudadana, innovación tecnológica, sostenibilidad, accesibilidad universal, escala humana, etc.—. El curso fue organizado por la Asociación ANTiARQ y el Observatorio de Antropología del Conflicto Urbano (OACU), en colaboración del Grup de Recerca sobre Exclusió i Control Sociales (GRECS) y del Instituto Catalán de Antropología (ICA) con la intención de repensar la práctica urbanística. El debate propuesto como hilo conductor de todas las sesiones obedece a una perspectiva crítica que apuesta por entender a la ciudad como producto de la actividad de quienes la habitan.