Desde el decimonónico elevador lisboeta de Santa Justa, hasta el trampolín olímpico de Oslo o el parque de Montjuic, que regala la mejor panorámica de Barcelona
Desde el decimonónico elevador lisboeta de Santa Justa, hasta el trampolín olímpico de Oslo o el parque de Montjuic, que regala la mejor panorámica de Barcelona