Escribir un libro es solo una parte del trabajo de escritor, la más fácil. Lo duro viene después, cuando lo que has escrito se publica y tienes que salir a explicarlo. Porque alguna explicación hay que dar, no se puede publicar el libro sin más y dejar que sean los lectores quienes lo averigüen, hasta ahí podíamos llegar. Siempre intento escabullirme hablando de otras cosas y envidio mucho a los escritores más políticos y más concienciados, que pueden lanzar una diatriba contra el Gobierno o denunciar la hipocresía consumista en vez de hablar de sus novelas. Lo he intentado alguna vez. A la pregunta de de qué va mi libro he respondido que hay que ver la que ha liado Trump y no sé qué de Puigdemont, pero nunca ha colado y al final me he tenido que inventar algo para no decir que no tengo ni idea, que bastante me cuesta escribir como para encima entender lo que escribo.