Brilliantly British mezcla canela salada con bergamota y lavanda helada, uno de los ingredientes más tradicionales de la perfumería anglosajona. El frasco conserva el icónico tapón redondo que diseñaron en 1975 y está decorado con la furgoneta con la que repartían sus esencias entre los clientes. Con un precio de 164 euros (100 mililitros), todo en esta nueva creación de Penhaligon enfatiza el espíritu británico de la casa de alta perfumería, que acaba de celebrar su 150º aniversario y que fue adquirida por Puig en 2015. En 1870 William Henry Penhaligon abrió su barbería en la londinense Jermyn Street y un par de años después creó su primera fragancia masculina, Hammam Bouquet, de aroma amaderado e inspirada en los baños turcos del Mayfair de Londres, donde trabajaba como barbero. Entonces no imaginaba que algunas de sus esencias serían las elegidas por figuras de la familia real como el duque de Edimburgo o el príncipe de Gales, y que su pequeño negocio se convertiría en una marca sólida que cruzaría las fronteras de su país.