La vida no es un camino lleno de rosas. A estas alturas, todos sabemos que nos encontramos con un sinfín de obstáculos. Algunos son pequeños y fácilmente superables, pero otros requieren más esfuerzo o se convierten en auténticas adversidades. Una de las habilidades más interesantes que podemos desarrollar para navegar en los entornos complejos es la resiliencia, entendida como la destreza para ser flexible, resistir y superar las dificultades tanto personales como profesionales.