Llevo perdida la cuenta de las veces que he disfrutado con la ensaladilla de Chin Chin Puerto, pequeño restaurante situado frente al mar en Caleta de Vélez (Málaga). Hace apenas una semana después compartir una ración con amigos les pedí a las cocineras Lourdes Villalobos y Belén Abad que me mostraran el paso a paso de su fórmula que, aunque sigue las pautas de las ensaladillas andaluzas de gambas, incorpora detalles exclusivos. A partir de unos crustáceos de escaso valor, los coloraíllos (Pleisionika martia), que se capturan a profundidades de 300 metros lejos de la costa por los barcos de arrastre que faenan tras las cigalas y gambas rojas, han sabido crear una fórmula ganadora.