La confianza en uno mismo es una de las habilidades más deseadas. Nos permite tomar decisiones arriesgadas y nos ayuda a sentirnos mejor con nosotros mismos. Una falta de confianza nos convierte en vulnerables, pero un nivel excesivo nos puede llevar a la arrogancia. Para no caer en ninguno de esos extremos podemos apoyarnos en una de las cualidades a la que menos atención se ha prestado en las últimas décadas: la humildad.