Tener una cuenta bancaria y no pagar comisiones por ella se está volviendo cada vez más complicado. Desde hace aproximadamente año y medio, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) alerta sobre una subida generalizada de las comisiones en los bancos principales. “Una cuenta sin domiciliaciones de ingresos ni gastos, que no esté condicionada a una operativa exclusivamente online, con un perfil de uso definido por un saldo medio de 2.500 euros, tarjeta de débito y crédito asociadas, y sobre la que se realizan una docena de transferencias anuales de 500 euros cada una, tiene unos costes medios que en algunos casos pueden llegar a 240 euros al año”, señala su portavoz, Ileana Izverniceanu.