La crisis económica derivada de la pandemia incide, sin duda, en el aumento de los particulares que solicitan el concurso de acreedores. Así, el ejercicio pasado fue el primero en el que los concursos de personas físicas superaron a los de personas jurídicas (empresas), que hasta 2019 siempre habían sido más numerosos, tendencia que se confirma e incluso aumenta en los primeros meses de 2021.