La mal llamada crisis de los refugiados que han ido llegando a Europa a partir de 2014 ha dejado algunas joyas (y bastantes ladrillos) en la narrativa de no ficción. Por mencionarles solo dos, todo el mundo debería leer La nueva Odisea, del periodista británico Patrick Kingsley, y La grieta, el deslumbrante trabajo gráfico de Carlos Spottorno y Guillermo Abril.