Hoy, observar la bóveda celeste vuelve a estar de moda. Tanto, que se ha convertido en un recurso turístico de importancia para aquellos lugares privilegiados que, por su posición y la ausencia de contaminación lumínica, permiten ver con mayor claridad ese gran fenómeno de la naturaleza que es un cielo cuajado de puntitos brillantes. Se ha creado incluso un sello, Destino Turístico Startlight, amparado por la Unesco que reconoce aquellos lugares visitables que gozan de excelentes cualidades para contemplar los astros y desarrollan actividades turísticas basadas en ellos.