En el toreo, como en la vida, la suerte es fundamental. Y cuando llega, hay que aprovecharla. Eso hizo Tomás Rufo, un joven novillero nacido en Talavera de la Reina (Toledo), que, tras un derroche de frescura, cumplió el sueño de cualquier torero: salir a hombros por la puerta grande de Madrid.