Tiene muchos nombres. Precariedad laboral, inseguridad en el empleo, trabajadores pobres, uberización de la economía. Todos identifican una misma realidad social caracterizada por una pérdida generalizada de derechos. Cada vez se impone más el modelo de personas que viven de trabajos ocasionales en la inseguridad absoluta. “No te ofrecen contratos. Lo más frecuente son trabajillos y que presentes una factura”, explica un autónomo. “Vives en una situación de ahogo permanente porque es muy difícil organizarte la vida sin nada sólido”.