Juana Nadie tenía apenas 16 años cuando tomó en México su primer curso intensivo de NXIVM (Nexium), una estafa piramidal con la fachada de una serie de cursos de superación personal. Quedó enganchada al momento. Rechazó una beca en una prestigiada academia en Suiza y viajó a Estados Unidos para recibir atención personalizada de Keith Raniere, el fundador del grupo. En un abrir y cerrar de ojos pasó de niña prodigio a asistente personal del autoproclamado gurú y durante dos años la cúpula de la secta la preparó para aceptar que tenía que tener sexo con Raniere si quería que su vida evolucionara al “siguiente nivel”. Había casi 30 años de diferencia entre ambos y cuando ella le dijo que se había enamorado de alguien más, el gurú explotó. La encerró en un cuarto durante dos años y obligó a todos los miembros de la secta a ignorarla, incluso a su propia familia, que aceptó sin chistar. Eventualmente, la chica fue enviada de vuelta a su país: sin dinero, sin su pasaporte y sin ningún familiar cercano a quien acudir.