La mayor barrera para el desarrollo a nivel global no es el hambre ni las enfermedades. Es la discriminación y la violencia de género. Por eso el logro del la meta 5 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas es un requisito previo para avanzar en los otros 16. Y, sin embargo, a apenas una década del plazo para completar la agenda que se marcó la sociedad global, los gobiernos siguen sin garantizar los derechos más básicos de la mitad femenina del mundo, por no mencionar empoderarlas para que hagan realidad todo su potencial.