El 11 de marzo se cumplen 30 años del fin de la dictadura cívico-militar encabezada por el general Augusto Pinochet. Chile fue el último país de Sudamérica que recuperó la democracia, tras Bolivia, Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, y el único que heredó una Constitución impuesta por el régimen, junto con los “amarres autoritarios” que, tras la derrota en el histórico plebiscito del 5 de octubre de 1988, Pinochet y su círculo de hierro se preocuparon de atornillar, en lo que denominaron pomposamente “una retirada ordenada”. La dictadura, instalada con el apoyo de Nixon y Kissinger, expiraba cuando caía el muro de Berlín y la Guerra Fría llegaba a su término.