La trucha es el verso libre de los pescados azules. Vive tranquilamente en agua dulce – ríos y lagos de aguas frías en Europa, norte de África y Próximo Oriente-, donde pasa por ser uno de esos peces no excesivamente grandes (la talla normal oscila entre 20 y 40 cm), pero sí bastante resultones, gracias a las bandas irisadas en tonos verde, rojo y azul que luce con orgullo a ambos lados del cuerpo. Otra de sus cualidades es su capacidad para el mimetismo. Su tonalidad varía en función de la estación del año, la luz del sol, la edad e incluso del estado de ánimo. Si se ve en peligro, puede cambiar su coloración de forma repentina como vía para salvar el pellejo.