El lomo forma, junto con el jamón ibérico, el dúo de oro de los embutidos españoles. Se elabora a partir de lomo fresco de cerdo castrado o cerda fuera de celo. Se sala y adoba con especias naturales y luego se embute en tripa natural de cerdo, dejándolo curar al aire durante 60 días y los últimos 21 en ambiente natural. El embuchado del lomo es un proceso simple: se extrae la carne, se embute y en dos o tres meses ya está lista. No requiere mayor manipulación, de ahí que se suela afirmar que el lomo es uno de los embutidos más naturales cuando se compara con otros más elaborados, como el chorizo o el salchichón, en cuya elaboración se emplean distintos cortes de carne.