El registro histórico de Asia meridional con respecto a la igualdad de género es débil, por decir lo menos. La región tiene la tasa más alta del mundo de matrimonio infantil, y la violencia doméstica contra las mujeres es generalizada. Las mujeres están sobrerrepresentadas en el trabajo no remunerado, y están infrarrepresentadas en la fuerza laboral, incluso esto ocurre en países como Sri Lanka, que ha hecho grandes inversiones en la escolarización de las niñas. Sin embargo, existe un sector del que las mujeres se están adueñando: el agrícola. Esta es una oportunidad para el empoderamiento económico de las mujeres que no se debe desaprovechar.