A principios de la década de los años sesenta, un muchacho llamado Miguel Ríos –aprendiz en la sección de discos de unos grandes almacenes de Granada– descubre los primeros sonidos del rock en español: un grupo valenciano llamado Los Milos y un disco EP (o extended play) que contiene una versión del clásico de Gene Vincent Be-Bop-A-Lula despiertan la fantasía del futuro cantante granadino. Encabezando la formación Los Milos figura Emilio Baldoví (Valencia, 1940-1990), un estudiante de Derecho en la Universidad de Valencia que acabaría siendo más tarde reconocido en toda españa con el nombre de Bruno Lomas. Hijo de un médico militar, sigue los pasos señalados como otros retoños de la burguesía local: estudios en un colegio religioso para despues iniciar una carrera universitaria, más por imposición familiar que por voluntad o vocación.