En la contraportada de Las maravillas, de Elena Medel (Códoba, 1985), se nos interpela en su primera línea: ¿Cuál es el peso de la familia en nuestras vidas, y cuál es el peso del dinero? Su autora trata de no sacar de foco ni pregunta ni respuesta. La suya es, en cierto modo, una novela de tesis que, al término de la lectura, no llega a convencerte del determinismo absoluto de la falta de dinero como herramienta de poder que se nos inflige y nos infligimos. Pero lo que no consigue la tesis —no por errónea, sino por monolítica— es suplido por la ficción literaria.